Hace ya tiempo del provocador artículo de Chris Anderson, la Web ha muerto, larga vida a Internet. Pero ayer leía unos comentarios de Keith Rabois de Square sobre esta muerte de la Web y justo estoy dándole vueltas a unos cuantos datos sobre el uso de la banca móvil, comparando aplicaciones nativas y aplicaciones web.
Primero el matiz -que aclaro aunque puede ser obvio- de la Web, con tráfico HTTP desde un navegador, respecto de Internet, todo el tráfico de Internet.
Una de las cosas que se observan es la evolución del tráfico de Internet, donde el trafico de video y redes P2P ha ido comiendo terreno al tráfico de la Web, que claramente dominaba unos años atrás.
Otro efecto, muy dirigido por Facebook y el volumen que ha alcanzado, es el comienzo de una Internet más cerrada. Hay una cantidad de contenido considerable que no es accesible desde cualquier sitio. No es indexable.
Y por último, una tendencia a crear –o quizá sea mejor decir usar- aplicaciones locales, en lugar de aplicaciones Web, que eso sí, consumen servicios a través de Internet.
Este último aspecto es especialmente importante cuando piensas en una estrategia para dispositivos móviles –teléfonos, claro, pero también tabletas-.
Una opción es seguir con el planteamiento de antes del iPhone. Hacemos una aplicación web que funcionará en todos los teléfonos –más o menos-. Aunque no sea incomoda de utilizar, tenga limitaciones, y quizá se use poco.
La otra opción es hacer una aplicación nativa, que aproveche el dispositivo a fondo (agilidad en la navegación, notificaciones, realidad aumentada…), y que se usa intensivamente. El problema claro, es que hay que desarrollar varias aplicaciones, una por plataforma.
Ando buscando datos que lo confirmen, pero mi tesis es que las aplicaciones nativas van a hacer que se frene el crecimiento de la banca online, pero no pasará con la web móvil. Esto es así porque quien accede a su banco con una aplicación nativa deja de usar la banca online –siempre que la transacción esté disponible en el móvil, claro-, mientras que la banca móvil solo se usa cuando no se tiene acceso a un ordenador.
Unos datos sobre esto, el último informe de ComScore sobre el uso de la banca móvil en EEUU. En general la banca móvil crece a un ritmo tremendo, pero las aplicaciones nativas doblan. Es difícil extrapolar porque por un lado parece que hay más aplicaciones web que nativas, pero por otro lado deben de estar apareciendo más aplicaciones nuevas nativas que web.
Y con la fragmentación actual en la Web (ya no hay plataformas RIA que cubran todos los clientes, hoy ni Flash, ni Silverlight, ni HTML5), es posible que este efecto contagie a los PCs, especialmente con Windows 8. Un ejemplo, los clientes de Twitter, como Seesmic Desktop –con Silverlight, por cierto –
¿Por qué no aplicaciones ricas para Windows que den un salto cualitativo a la banca online?
¿Aplicaciones nativas? ¿para Windows? yo no lo veo. Después de muchos años de Windows, seguimos sin una buena historia acerca de las aplicaciones nativas. No hay más que observar el uso de .Net en el desktop, prácticamente nulo y con malos augurios ¿seguimos invirtiendo en WPF?. Incluso el movimiento de Office hacia la Web.
El salto cualitativo deberá venir de HTML5. Mejor UX y si acaso mejor integración con otras herramientas eg: Excel.
Cuidado que no hablo de tecnología, hablo de aplicaciones ricas fuera del navegador. Y en tabletas, por eso lo de Windows 8 como catalizador. En WPF no creo, Silverlight puede ser -es la opción ahora, junto con Air- y HTML5 muy probable a medio plazo. Veremos. Lo de C3 también da pistas en cuanto a la dirección.
Si hablas de PCs, no de tabletas, lo veo difícil. Piensa quien accede y cuando se accede a la banca online, no es desde el PC de trabajo? Y cuantos somos administradores de nuestro PC del trabajo?
Claro, me refiero a tabletas con Windows 8 -tengo mucha confianza en Windows 8 :)-.
Pero incluso ahí, un paso más: El que tenga una tableta con app nativa de su banco dejará de utilizar la banca online, por lo que en lugar de en el trabajo lo hará por la noche en el sofá de casa. Veremos 🙂